Crónica 12
Plaza del Popolo
Minutos antes habíamos
salido del Castillo de San Ángelo y cruzado el puente del mismo nombre. De
inmediato comenzamos a caminar hacia el norte por la vía Lungotevere en busca
de la plaza del Popolo. Cuando llegamos al puente Cavour, nos desviamos y tomamos
por la vía Ripetta. De vez en cuando mirábamos nuestro mapa para saber donde
nos encontrábamos. Otras, le preguntábamos a alguna de las personas que se
cruzaban en nuestro andar. Y así, preguntando acá y allá nos fuimos acercando,
hasta que pudimos ver el enorme obelisco que representa el corazón de la plaza
del Popolo. Minutos después llegamos.
En antaño, en este lugar
hubo un viñedo, cuyos terrenos fueron confiscados por el papa Clemente VII, con
el fin de construir la vía del Balbuino. De esta plaza salen otras dos vías de
gran importancia, la de Ripetta y la del Corso, razón por la cual a este lugar
también se le conoce como el Tridente.
Un dato curioso es que en
el año 1500 la Cámara Apostólica, a pedido del gobernador de Roma, el cardenal
Girolamo Rusticucci le puso un tributo a las prostitutas con el fin de recabar
fondos para realizar el proyecto del Papa Clemente VII. Sin lugar a dudas, que
esta plaza también pudiera haberse llamado Piazza del Popolo y delle Puttane,
pues fue con el “sudor” de ellas que se pudo recolectar el dinero
Lo primero que hicimos al
llegar fue sentarnos en el borde de una de de las cuatro fuentes. Era un poco
más de la una de la tarde, por lo que las tres iglesias que queríamos visitar,
Santa María de Montesanto, Santa María de los Milagros y Santa María del
Popolo, estaban cerradas. Fue en la capilla Chagi de esta última iglesia donde
tuvo lugar una de las escena de la película Ángeles y Demonios, donde muere el
primero de los cardenales secuestrados.
En el lugar no fue mucho lo que pudimos hacer,
no obstante me acerque a uno de los laterales de la plaza donde se encontraba
la diosa Roma, para observarla de cerca y ver si tomaba vida. A sus pies había
una fuente y debajo de la diosa una escultura de Luperta con Rómulo y Remo,
ambos; chupándoles las tetas a la loba. No obstante mis buenas intenciones, la
diosa siguió estática, sin hacerme caso. No muy lejos estaba la estatua de
Neptuno, y al otro lado estaba la vía Gabriele D’Annunzio, en la que se eleva
una escalera que conduce hasta la colina del Pincio.
Mientras Margarita
descansaba, yo me acerque a la puerta norte de la plaza, la cual en épocas
remotas era uno de los caminos por los que se entraba a Roma, que por cierto,
esta puerta y todo el conjunto de la plaza fue reformada por orden del papa
Alejandro VII para recibir a la reina Cristina de Suecia, la cual había
abrazado el catolicismo, renunciando a su fe protestante. Las reformas
estuvieron a cargo del arquitecto y escultor Gian Lorenzo Bernini.
En el centro de la plaza
se encuentra un obelisco egipcio, que en sus orígenes fue dedicado al faraón
Ramsés II, el cual está entre cuatro fuentes. En cada una de ella hay un león
echando agua por la boca.
Apuntes de la Plaza del Popolo.
La plaza del Popolo es de
forma ovoidea, fue diseñada en el año 1099 por el arquitecto Giuseppe Veladier.
En la plaza hay tres
iglesias, dos de las cuales se les conoce como las iglesias gemelas. Siglos
antes, en el lugar habían enterrado al emperador Nerón bajo las sombra de un nogal.
Según dice la leyenda, el fantasma del emperador se paseaba por la zona, lo
cual tenía aterrorizado a los romanos. Para espantar el fantasma, el papa
Pascual II mandó a talar el nogal y en su lugar mandó a construir la capilla de
Santa María del Popolo, después echó lo que quedaba del emperador al Tíber.
En cada una de la iglesias
que se encuentran en esta plaza existen obras pictórica y escultóricas
maravillosas, tal es que las manos artísticas de los hombres se esmeraron en
abundancia. Entre las obras que podemos resaltar están: las de Carvaggio,
Rafael, Pinturicchio, Carraci, Bernini, Donato Bramante y otros.
En el centro de la plaza
se empina un obelisco egipcio que fue construido en Hieliópolis, en el siglo
segundo antes de Cristo y llevado a Roma en el año diez a.C. Muchos siglos
después, en 1589, fue colocado en la plaza del Popolo. Su altura es de 24
metros, aunque en sus orígenes fue colocado en el Circo Máximo. A este obelisco
también se le conoce como el obelisco Flaminio.