Crónica 9
Panteón de Agripa o Iglesia de
los Mártires
Después que
abandonamos la Fontana de Trevi continuamos caminando y cuando vinimos a ver
estábamos en el Panteón de Agripa o iglesia de los Mártires. Cientos eran las
personas que se encontraba en el lugar, el cual también es conocido como la
plaza Redonda, en cuyo centro se levanta un obelisco egipcio, cuya misión es
dar la bienvenida a quienes se hacen presentes, aunque la mayoría de las
personas no se percatan de dicho detalle, ya que tan solo tienen ojos para la
enorme cúpula que cubre el panteón, que por cierto; la original fue arrancada y
refundida, según algunos historiadores, para hacer el baldaqino de San Pedro,
en el Vaticano. Ya en el lugar, una vez; más recibimos la bienvenida, pues en
ese momento, una paloma que se encontraba en la cima del obelisco al levantar
vuelo no los dio a entender, además de decirnos que el tiempo pasaba rápido,
por lo que teníamos que aprovechar nuestra estancia en la ciudad, pero que de
todas formas ella siempre estaría cerca para guiarnos por las calles,
callejones, avenidas, parque, monumentos y santuarios de Roma. Con la misma le
dimos las gracias y de inmediato nos dirigimos a la entrada del Panteón,
subimos varios peldaños hasta entrar al sagrado sepulcro, lo primero que me
llamó la atención fue su enorme cúpula la cual mide 43.44 metros de diámetro.
En el centro de la misma hay un enorme óculo que permite penetrar la luz del
sol, el aire y la lluvia. El lugar estaba atestado de gente, unos miraban
incrédulos aquella majestuosa obra, —en sus orígenes, fue construida para
glorificar a todos los Dioses—, mas los años pasaron y los hombres que vinieron
después la convirtieron en iglesia. En el lugar descansan los restos mortales
del rey Vittorio Emanuele II, también los de Rafaello Sancio, más conocido por
Rafael, —murió a los 37 años por exceso de sexo con la Fornarina, su amante
Mientras allí me encontraba me acerqué a la tumba del Rey
y le deseé descanso eterno, después le deseamos lo mismo a Rafael, a su vez; le
di las gracias por el legado artístico que nos dejó. Y así, observando cada
centímetro de aquel maravilloso monumento salimos llenos de vida para continuar
nuestro andar.
Las sombras de la noche comenzaban a caer sobre Roma, más
nosotros seguimos nuestro recorrido, aunque de vez en cuando nos deteníamos
para observar los alrededores hasta que llegamos a un pequeño comercio, el cual
tenía en las afueras, sentado en un banco, un pintoresco Pinocho, mi esposa se
dirigió hacia el muñeco de madera, de colores llamativos. De inmediato se sentó
a su lado, entonces el muñeco acercó su rostro al de ella y tal parece que le
dijo algunas mentiras, pues tuve la impresión de que la nariz le había crecido,
pues al instante me di cuenta de la sonrisa que brotaba de los labios de mi
esposa, aquello me dejó intrigado. De momento Margarita se levantó y me
preguntó —¿No te vas a tomar una foto con Pinocho?
—Por supuesto que sí —le contesté.
Mientras ella sacaba su cámara de la cartera yo me senté al lado del muñeco y
flash…, la foto cobró vida en mi imaginación, pues el muñeco me susurró unas
palabras que apenas entendí, creo que me dijo que la mentira para él, era la
única forma de sobrevivir, ya que todos quieren saber cuáles son las verdades,
de lo contrario, si tal cosa se supiera, iría a parar a un basurero hasta que
sus maderos dejasen de existir. Yo también me levanté y le di larga vida al
muñeco, pues sin duda que otros, al igual que nosotros, querrán saber más de él
y tal vez entonces se decida a decir su verdad.
Apuntes del
Panteón de Agripa o Iglesia de los Mártires.
El Panteón de Agripa es sin duda, una de las obras
maestra de la arquitectura del antiguo Imperio Romano, en su origen fue
dedicado a siete divinidades de la mitología, entre los que se encontraban el
Sol y la Luna. Está situado en la plaza de la Rotonda, en cuyo lugar se yergue
un obelisco egipcio, traído de Heliópolis, el que estaba dedicado al dios Ra.
Está colocado dentro de una fuente diseñada por Barigioni. El obelisco fue
trasladado a dicho lugar en 1771 por el papa Clemente XI, tiene una altura de 14.52
m.
La construcción del panteón original, —el de Agripa— se
remonta al año 27 a.C. que fue destruido por un incendio, pero el actual se
debe a la reconstrucción por del emperador Adriano entre los años 123 a 126
d.C., y fue realizado por el arquitecto Apolodoro de Damasco, no obstante los
años transcurrido se le sigue conociendo como el Panteón de Agripa, en honor al
famoso general, yerno del emperador Cayo Julio César Octaviano.
El domo del panteón es el más grande que existe en cuanto
a su diámetro; 43,44 m, en lo más alto del mismo hay un óculo con una abertura
de 8,9 m.
El panteón fue donado por el emperador Focas al papa
Bonifacio IV, y convertido en iglesia, razón por la cual ha llegado intacto
hasta nuestros días, siendo considerado como la mejor obra conservada del
Imperio Romano. A partir del siglo XV se adornó con frescos, entre los que
sobresale La Anunciación, de Melozzo de Forli.
En el panteón están los restos del Rey Vittorio Emanuele
II, su hijo Humberto I y su esposa Margarita, también se encuentran los restos
del pintor Rafael.
En
la actualidad sigue perteneciendo a la iglesia, y en el mismo se celebran
misas, bodas y conciertos. Está protegido por la Unesco como Patrimonio de la
Humanidad